Gracias a la luz verde del Parlamento y a la firma del rey Carlos III, finalmente se aprobó el Proyecto de Ley de Ruanda, un controvertido proyecto de ley propuesto por el primer ministro británico Rishi Sunak, que habría permitido a las autoridades británicas autorizar la deportación de inmigrantes ilegales a este país africano.
La propuesta, que lleva meses retenida, ha provocado un debate en el parlamento, generando dudas sobre su legalidad así como innumerables quejas y protestas.
Después de ganar su caso en el Tribunal Superior del Reino Unido, firmar un tratado con Ruanda y obtener la aprobación regulatoria, Sunak espera que las primeras entregas comiencen en tres meses, en julio de 2024.
Con esta nueva ley, oficialmente conocida como Ley de Seguridad de Ruanda (Asilo e Inmigración) de 2024, el gobierno británico pretende reducir el flujo de migrantes por mar a través del Canal de la Mancha (y así evitar muertes en estos viajes). y la entrada ilegal de inmigrantes al Reino Unido y sus posteriores solicitudes de asilo en el país.
Según el texto, a todas las personas que entraron ilegalmente al país y solicitaron asilo en el Reino Unido a partir del 20 de julio de 2023 se les revocarán sus solicitudes de asilo. Estas personas serán identificadas y deportadas a Ruanda, donde, según un acuerdo entre ambos países, se les concederá el estatus de refugiados bajo el control de las autoridades británicas.
A cambio, según el acuerdo, el Reino Unido pagará £370 millones en fondos de desarrollo a Ruanda y £120 millones cuando 300 personas sean reasentadas en ese país. Además, el Reino Unido pagará 171.000 libras esterlinas por cada persona desplazada. El contrato se firmó por cinco años.
Este reglamento es controvertido debido a su legalidad.
El Código actualmente aprobado ha sido objeto de todo tipo de quejas y controversias y ha sido cuestionado en base a su mérito político, legalidad, ética y si realmente todo ello merece ser considerado como una norma cuya eficacia en la lucha contra la inmigración ilegal ha sido probado o no. aún por probar y probar.
En respuesta a las críticas, el gobierno de Sunak dijo que garantizaría la seguridad de los deportados a Ruanda.
Además, la Ley de Seguridad de Ruanda, aprobada en paralelo esta semana, reconoce al país africano como una «zona de seguridad», lo que dificulta su aplicación a pesar de decisiones como la de la Corte Europea de Derechos Humanos.
Según AP, Sunak también aboga por «ignorar o abandonar los tratados internacionales» si entran en conflicto con una determinada cuestión.
Otros países han propuesto planes similares
En cualquier caso, el Reino Unido no es el único país que está considerando este plan para hacer frente a la inmigración ilegal: Australia ya envía inmigrantes a la isla de Nauru para tramitar sus solicitudes de asilo desde 2001.
Israel llegó a un acuerdo similar con Ruanda antes de que la Corte Suprema del país lo declarara ilegal.
Dinamarca también pasó por esto antes de empezar a evaluar cómo abordar este problema con otros países de la Unión Europea.
Por su parte, Italia tiene un acuerdo con Albania para tramitar sus solicitudes de asilo, con la diferencia de que estos inmigrantes luego pueden regresar al país transalpino.