Panamá deportó a 29 colombianos el martes, como parte de un acuerdo con EEUU para tratar de contener la migración irregular a través de la selva del Darién. Todos los deportados tenían antecedentes criminales en Colombia, dijeron las autoridades panameñas.

Panamá deportó este martes a 29 colombianos que cruzaron ilegalmente la selva del Darién, incluido un presunto asesino de la organización narcotraficante Clan del Golfo, como acuerdo migratorio entre el país centroamericano y Estados Unidos, que incluye repatriación.

Este es el primer vuelo de deportación desde que los dos países firmaron un memorando de entendimiento a principios de julio destinado a frenar la actual migración ilegal hacia Estados Unidos a través de esta dura zona en la frontera con Colombia.

El año pasado pasaron por esta ruta más de medio millón de migrantes, la mayoría venezolanos, seguidos de ecuatorianos, colombianos y chinos, entre otros.

El gobierno del presidente José Raúl Mulino, que asumió el poder el 1 de julio, se ha comprometido a frenar este tipo de migración mediante un plan de repatriación voluntaria de venezolanos, respaldado por Estados Unidos.

Las autoridades panameñas explicaron este martes a los periodistas que actualmente no se pueden realizar vuelos de regreso para venezolanos debido a la crisis postelectoral que vive el país y la suspensión de relaciones diplomáticas con Caracas.

“El problema venezolano es único en relación a las restricciones diplomáticas que actualmente no nos permiten tomar ninguna acción contra Venezuela… «Podríamos terminar poniendo en peligro a las personas que devolvemos y eso violaría el derecho internacional», dijo a los periodistas Roger Mojica, director de la Agencia Nacional de Migración.

El avión que transportaba a los migrantes colombianos que regresaba, despegó alrededor de las 6 de la mañana. Nos dirigimos al aeropuerto de Rionegro en Medellín.

Todos los deportados tenían antecedentes penales en Colombia, incluido uno que las autoridades identificaron mediante pruebas biométricas como un asesino del Clan del Golfo, una poderosa organización narcotraficante colombiana que también acusó de realizar actividades ilegales de trata de personas a lo largo de la ruta.

Panamá ha llevado a cabo deportaciones similares antes, pero esta es la primera financiada por Estados Unidos y bajo un acuerdo con Washington.

Mojica, funcionario de migración, dijo que se están coordinando y actuando con países de origen de inmigrantes ilegales, como Ecuador e India, para organizar vuelos de repatriación. El gobierno del presidente Mulineau también bloqueó algunos puntos de entrada al bosque de Darién con alambre de púas y creó los llamados corredores más seguros para el paso de los migrantes, lo que, según las autoridades, ha provocado una disminución en el volumen de envíos desde julio.

Más de 230.000 migrantes han cruzado el río Darién este año, más del 60% de ellos venezolanos. Mojica dijo que 8.000 personas viajaron en agosto, un 30% menos que en el mismo período del año pasado.

Sin embargo, el gobierno panameño ha advertido que la crisis postelectoral en Venezuela podría desencadenar una nueva ola migratoria.