La ciencia se desarrolla a un ritmo cada vez más rápido, pero para saber hacia dónde vamos es importante saber de dónde venimos. Guiado por esta filosofía, el Dr. Alberto García-Molina inició una investigación sobre la historia de la neurociencia, sobre la que escribió decenas de artículos y el libro «Fundamentos históricos de la neuropsicología y la neurociencia del comportamiento».
Este profundo trabajo en el campo de la historia neurológica le valió el premio de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Este es el trabajo que realiza en su tiempo libre, que compagina con su actividad principal como neuropsiquiatra en un hospital.
El día que recibí el correo electrónico de nominación pensé que era un error. ¿Me han concedido una SEN? ¿En cuanto a mis artículos sobre historia? Todavía no puedo creerlo.
Al poco de iniciar mi carrera profesional, me interesé por la historia de la neurociencia. En mi tiempo libre, como muchos otros, leo muchos trabajos sobre este tema. Una cosa llevó a la otra, y durante los últimos quince años he escrito, con el Dr. Jordi Peña-Casanova, varios artículos neuro históricos famosos y un libro titulado Fundamentos históricos de la neuropsicología y la neurociencia del comportamiento.
En el norte de África se han encontrado cráneos que datan aproximadamente del año 10.000 a.C. v.
Estos agujeros muestran que existe un vínculo entre el cerebro y el comportamiento. Sin embargo, las razones de estas actividades aún no están lo suficientemente claras. Se cree que la trepanación se realiza para tratar enfermedades como dolores de cabeza y convulsiones.
Esta segunda teoría tendría sentido dado que en el siglo XX, algunas tribus africanas realizaban cirugías similares para tratar la epilepsia y las enfermedades mentales. A lo largo de la historia se han propuesto muchos enfoques conceptuales para desentrañar los misterios del cerebro.
Estos métodos se han desarrollado para preservar el conocimiento disponible en un momento determinado. Por lo tanto, los avances científicos en las próximas décadas ciertamente nos obligarán a repensar cómo pensamos sobre el funcionamiento del cerebro.
En el caso concreto de la actividad mental, a lo largo de la historia se han propuesto diversas soluciones para explorar su localización anatómica y los mecanismos que la provocan. Durante siglos, la teoría del ventrículo y el mentalismo animal han sido los modelos estándar para explicar la anatomía y fisiología del cerebro.
Con la llegada del siglo XVII, estos dogmas fueron rechazados y gradualmente reemplazados por conceptos y teorías que eran más consistentes con las realidades anatómicas y fisiológicas. En una época en la que muchos autores creían que la corteza cerebral era el lugar que contenía la vida mental.
Pasaron otros doscientos años antes de que se pudiera estudiar la organización funcional de esta estructura cerebral. Durante el siglo XIX y parte del XX, muchos investigadores sostuvieron que la corteza cerebral consta de muchas áreas funcionales interconectadas. Otros sostienen que todas las áreas corticales tienen funciones equivalentes.
En el siglo XXI, proliferan cada vez más los modelos que plantean la hipótesis de la existencia de múltiples gradientes corticales con continuidad funcional y diferencias regionales. El Hospital de Rehabilitación Neurológica del Instituto Guttman es un centro especializado en el tratamiento médico-quirúrgico y la rehabilitación integral de personas tras una lesión medular, un traumatismo craneoencefálico u otras enfermedades neurológicas.
Las personas con lesiones cerebrales pueden experimentar cambios cognitivos, emocionales o de comportamiento que perjudican su funcionamiento, estilo de vida y capacidad para participar en la sociedad. El equipo de neuropsicólogos del que formo parte se esfuerza por ayudarlos a lograr una vida plena, significativa y satisfactoria.
Un neuropsicólogo es un psicólogo profesional experto en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de personas con trastornos neurológicos, del neurodesarrollo o psiquiátricos. En el campo de la neurorrehabilitación, la principal tarea del neuropsicólogo es optimizar la recuperación de las funciones cognitivas dañadas, así como promover estrategias para compensar los déficits.
Esto también incluye tratar las alteraciones emocionales y de comportamiento provocadas por la situación para facilitar el proceso de adaptación de la persona.
Cada vez hay más psicólogos interesados en enseñar neuropsicología. En España contamos con diversos programas formativos de alta calidad que proporcionan los conocimientos necesarios para trabajar en el campo de la rehabilitación neuropsicológica.
Es sólo cuestión de tiempo antes de que se satisfagan las necesidades de la población afectada.
De hecho, actualmente no existe un reconocimiento formal de la neuropsicología dentro del NHS. Sin embargo, en 2020, el Consejo General de Psicología de España inició el proceso de reconocimiento nacional en el ámbito de la neuropsicología clínica. Si bien este reconocimiento no tiene efectos legales, proporciona la base para futuros reconocimientos especializados.
Al mismo tiempo, define el camino formativo que debe seguir un psicólogo para convertirse en neuro psicólogo. Los esfuerzos por estandarizar la formación de los futuros neuro psicólogos no sólo beneficiarán a la profesión sino que también conducirán a una mejor atención para quienes necesitan sus servicios.
El 5 de junio de 1999, el Grupo de Trabajo de Neuropsicología del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña hizo público el documento «Los Psicólogos en Neuropsicología Clínica». Este es el primer intento que conozco de afirmar la singularidad de la neuropsicología. Veinticinco años después, creo que hemos logrado avances significativos en la lucha por que la neuropsicología sea reconocida como una especialidad dentro de la psicología.