Resulta fundamental controlar las condiciones de humedad y la temperatura durante el almacenamiento del grano.

Invaden silenciosamente nuestras despensas y anidan en paquetes de arroz, cereales y otras harinas, y cuando nos damos cuenta de que hay uno allí, ya es demasiado tarde. Se trata de gorgojos, también conocidos como escarabajos de la harina.

Pero, ¿cómo afectan a nuestra alimentación y qué podemos hacer para deshacernos de ellos? Los gorgojos viven en condiciones de humedad superiores al 9,5% y temperaturas entre 13°C y 35°C. Así lo explica un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que explica que la temperatura óptima de cría está entre 25°C y 28°C, aunque puede desarrollarse en ambientes de hasta 32°C, lo que explica por qué son más populares en verano.

Sin embargo, este insecto no tolera bien el frío y a temperaturas en torno a los 0°C suele morir al cabo de unos 7 días. Una característica de estos diminutos insectos, de unos 4 mm de tamaño, es que suelen poner sus huevos perforando un pequeño agujero, donde se desarrollan hasta la madurez.

Así llegan a nuestros productos alimenticios: a través de pequeñas grietas o en recipientes que han sido contaminados durante el procesamiento y envasado. Esto quiere decir que hasta que los huevos eclosionan y la larva completa su ciclo de vida,

Los rastros de estos pequeños insectos no son fáciles de encontrar.

Los signos de su presencia incluyen: encontrar cáscaras vacías en los envases, cáscaras de semillas secas y sueltas en las que se almacenan huevos , así como la presencia de residuos de polvo que flotan en la superficie del agua.

Otra señal de que los gorgojos han invadido tu despensa son los pequeños agujeros redondos en los granos que comen. Aunque los gorgojos pueden afectar la calidad del producto, estos insectos no transmiten enfermedades ni virus y por tanto no suponen un riesgo para la salud humana. De hecho, lo más probable es que los hayamos tragado en algún momento sin siquiera darnos cuenta.

Para evitar que su presencia afecte a los alimentos, el primer paso es tirar los alimentos contaminados y limpiar a fondo la despensa y la cocina, y eliminando cualquier resto de suciedad.

Una vez que esté todo limpio y sacada la bolsa de basura o la aspiradora, podemos limpiar todas las superficies con agua caliente y jabón o un desinfectante, añadiendo un poco de vinagre blanco si es necesario porque funciona como insecticida.

No dejes recipientes medio abiertos en la despensa junto a otros recipientes ya que esto puede afectarlos y esto sólo se notará al cabo de unos días. No compre alimentos con envases dañados o agrietados.

Mantenga la comida de las mascotas alejada de nosotros.