El nuevo informe del Foro para la Integración Social de los migrantes desacredita estos «bulos» con datos confirmados de fuentes oficiales.
En los últimos años ha aumentado la difusión de información errónea sobre los inmigrantes que viven en España, incluidas afirmaciones fuera de contexto y sin fundamento, como que monopolizan el sistema de salud pública o que reciben más beneficios sociales que otros grupos.
Un reciente informe del Foro para la Integración Social de los Migrantes, organización integrada por agencias gubernamentales, asociaciones de migrantes y organizaciones sociales comprometidas con la integración, recogió y expuso este «engaño». El estudio pide combatir este tipo de desinformación utilizando «datos verificados de fuentes oficiales» y lo sitúa en el contexto de otros casos que demuestran la falta de fundamento de estas afirmaciones.
Durante la presentación del informe, el vicepresidente del Foro, Vladimir Paspuel, advirtió sobre un aumento en el número de declaraciones racistas y xenófobas. Paspuel ilustró esta situación al informar sobre un acontecimiento durante la última campaña antes de las elecciones al Parlamento Europeo cuando, al anunciar su intención de votar, recibió el comentario: “¿Eres europeo? ¿Con una cara así? Asimismo, la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, insta a reflexionar sobre las desigualdades entre segmentos de la sociedad española cuando se trata de migrantes que huyen de conflictos que amenazan su vida, en función de su país de origen o del color de su piel.
El mes pasado, publicó un análisis destacando información errónea sobre la migración durante las elecciones y narrativas falsas sobre la violencia y la asistencia social especial. Según el estudio, la desinformación sobre los inmigrantes en España aumentó durante las elecciones regionales y europeas, y los principales objetivos de esta desinformación eran a menudo los inmigrantes del Magreb o Marruecos, que a menudo son discriminados. Uno de los «bulos» que menciona el informe es la tendencia de algunas personas a exagerar el número de inmigrantes en España, sugiriendo que representan más del 25% de la población. Según la publicación, el último registro de población del Instituto Nacional de Estadística refleja que a 1 de enero de 2024, sólo el 13,3% de la población española tiene nacionalidad extranjera. El informe destaca que el término “migrante” es “variable en el imaginario colectivo” y a menudo incluye o excluye a determinadas nacionalidades y personas según diversos criterios.
Los ciudadanos británicos rara vez se consideran inmigrantes, aunque sean nacionales de terceros países. En cambio, las 627.478 personas de nacionalidad rumana que viven en España, pese a ser ciudadanos de la Unión Europea con libertad de circulación, siguen siendo considerados inmigrantes. El informe aborda la idea errónea de que los extranjeros vienen a España para beneficiarse del sistema sanitario público, lo que habría provocado su «colapso».
Para rebatir este argumento se cita la Encuesta Nacional de Salud de 2017, que muestra que de un total de 16 millones de consultas médicas registradas en el Sistema Nacional de Salud, el 11% correspondieron a personas nacidas fuera de España.
Las investigaciones muestran que, según las estadísticas del INE en 2022, la proporción de población en edad de trabajar y cotizar a la seguridad social (de 16 a 64 años) entre los inmigrantes (78%) es significativamente mayor que entre los españoles (63%).
Otro de los falsos rumores desmentidos por el diario es que los inmigrantes «son un lastre para España y reciben más beneficios sociales», contradiciendo las informaciones sobre rentas mínimas de inversión durante el periodo 2021-2023. Este informe refleja que de los 305.340 beneficiarios, sólo el 26,1% tiene nacionalidad extranjera.
Esta ayuda regional exige que los inmigrantes cumplan varios requisitos, entre ellos la residencia permanente, a excepción de Euskadi. Según el informe, si es cierto que los inmigrantes intentan sobrevivir de las prestaciones sociales, Euskadi se convertirá en una de las comunidades autónomas más atractivas para los extranjeros. Sin embargo, esta es una de las siete regiones con la tasa de migración más baja.
Las investigaciones muestran que la integración ocupacional de los inmigrantes no compite con los trabajadores locales sino que complementa el mercado laboral, centrándose principalmente en ocupaciones de bajos salarios.
Esta tendencia es evidente en el sector de ocupaciones esenciales, incluidas ocupaciones como trabajadores domésticos y trabajadores de la construcción, donde los salarios son un 39% más bajos que el promedio.