Autoridades han revelado que en el marco de la tragedia ocurrida en el Magreb, donde, al interior de un grupo de migrantes que pretendían acceder al enclave español de Melilla, al norte de Marruecos, se reportó la muerte de un grupo de personas durante una estampida humana, el número de fallecidos aumentó a 23 personas.
En ese mismo sentido, el reporte de las autoridades marroquíes también ha señalado que, a la cifra de muertos se suman otros 18 migrantes y un agente del orden que permanecen en observación, luego de la acaecido, quienes se recuperan en la provincia de Nador.
En respuesta al hecho ocurrido, el presidente español, Pedro Sánchez, también se ha pronunciado, lamentando la muerte de las personas que, intentando procurarse un mejor futuro, luchaban por llegar a España.
No obstante, en su pronunciamiento, Sánchez también arremetió contra los que, para él, son los culpables de lo ocurrido, señalando a grupos o mafias que han encontrado rubro en el sufrimiento de otras personas, y han convertido en negocio el paso en la frontera hispano-marroquí.
Para Sánchez, las condiciones en las que se presenta ese paso ilegal representan un ataque contra la integridad de su país, señalando el riesgo que ello también conlleva para las comunidades que intentan acceder de manera ilegal.
De acuerdo con declaraciones entregadas por el mandatario español en el marco de una conferencia de prensa, y recogidas por medios internacionales, “si hay un responsable de todo lo que parece ha sucedido en esa frontera, son las mafias que trafican con seres humanos”.
En ese mismo sentido, Sánchez también aplaudió la labor que, en articulación con las autoridades españolas, adelantan los agentes del orden en Marruecos, y la forma en la que trabajan para evitar la ocurrencia de dichos pasos ilegales.
“Quiero recordar también que la gendarmería marroquí trabajó coordinadamente con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para repeler este asalto tan violento”, dijo Sánchez.
¿Cómo sucedió la tragedia?
La tragedia que ocupa a los principales medios de comunicación en el mundo sucedió el pasado sábado, cuando, en medio de una estampida humana que buscaba atravesar la frontera entre Marruecos y Melilla, se presentó la caída de una valla que separa los dos terrenos, generando múltiples heridas a las personas que intentaban cruzar; situación que se complicó por el mismo número de personas, que en su intento por cruzar el límite, también pasaron por encima de otras personas.
Según medios internacionales, este balance es, de lejos, el más grave de las numerosas tentativas de entradas multitudinarias tanto en Melilla y Ceuta, enclaves españoles en África.
Tras lo sucedido, desde las organizaciones defensora de Derechos Humanos también se han elevado voces lamentando el hecho, y solicitando que se adelanta una investigación para esclarecer lo sucedido.
Una de esas voces es la de Mohamed Amine Abidar, presidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) de Nador, en el norte de Marruecos.
Autoridades advierten que los migrantes pagan entre 4.000 y 10.000 dólares por ser transportados e ingresados a Europa.
Autoridades con versiones encontradas
Pese a que desde el gobierno central de España, Pedro Sánchez se manifestó para condenar lo sucedido culpando a las mafias de traficantes humanos, respaldando a las autoridades de Marruecos en su acción, desde las autoridades locales, más precisamente en Melilla, el presidente de dicha comunidad autónoma Eduardo de Castro señaló como los culpables de lo ocurrido a las autoridades de Marruecos, cuya reacción condenó.
En declaraciones entregadas a la televisión española, y recogidas por medios internacionales, De Castro apuntó que “estos subsaharianos invaden un territorio de manera violenta, no es la primera vez, pero hay que sopesar y tener cierta proporcionalidad por parte de Marruecos”.
La crítica sobre las autoridades de Marruecos también se originó desde el partido político Podemos, quienes acusaron la existencia de los “atropellos humanitarios más graves de la historia de nuestra frontera sur”.
Tras lo sucedido, la zona quedó libre de migrantes, quienes aparentemente abandonaron la zona en buses “por miedo a ser desplazados por las autoridades marroquíes”, según la Agencia AFP.
Según las autoridades en Rabat, capital de Marruecos, se calcula que durante la arremetida de los migrantes, cerca de 140 de sus agentes resultaron heridos, mientras que otros 49, pertenecientes a España, también resultaron afectados.
Los últimos intentos de penetración masiva en España por uno de sus enclaves norafricanos (Ceuta y Melilla) fueron a principios de marzo, antes del deshielo de las relaciones hispano-marroquíes, advierte AFP.