Quienes lo sufren tienen un descontrol total de su dinero ocasionado por un gasto compulsivo.

Mantener las cuentas es difícil y, a veces, los cambios de último momento pueden significar que nuestros planes no están completamente encaminados y sentimos que hemos perdido el control de nuestras finanzas. Este es un fenómeno completamente normal, puede ocurrir ocasionalmente, pero si dura mucho tiempo puede convertirse en una enfermedad.

El síndrome de dificultad financiera, como su nombre indica, es una enfermedad que padecen muchos inversores sin siquiera saberlo. Las personas con esta enfermedad pierden por completo el control de su dinero, a menudo debido al gasto incontrolado de dinero sin tener en cuenta los ingresos y los préstamos. Esta condición genera fuertes sentimientos de insatisfacción y ansiedad constante que son difíciles de superar.


“Debemos tomarnos esta cuestión en serio y primero distinguir entre lo que significa sufrir compras compulsivas y una mala organización y control financiero. Así, el síndrome de dificultad financiera en realidad implica un problema más complejo que el segundo, que muchas veces tiene aspectos que hay que considerar en profundidad pero que se reflejan en el ámbito de la economía y las finanzas, como la baja autoestima, la depresión, el estrés o ansiedad».

Por lo general, este tipo de trauma ocurre debido a experiencias pasadas que conmocionaron al usuario. Según diversos estudios, el conocimiento que adquirimos sobre el dinero entre los 5 y los 10 años determina cómo pensamos sobre él en el futuro. Además, es posible que las personas que han experimentado crisis económicas se sientan más ansiosas y temerosas con respecto a la administración del dinero. Sin embargo, el perfil de las personas que padecen este tipo de trastorno es muy diverso. “Pueden caer personas de diferentes géneros, clases sociales, culturales y económicas. Sin embargo, los perfiles con planes de futuro y buena autoestima no suelen sorprenderse con este tipo de comportamiento», afirma Ferrer. La visibilidad del trauma también depende de la persona que lo presenta. Algunas personas evitan comprar, no se atreven a mirar la factura y tienden a «sabotear financieramente» mediante compras compulsivas que les impiden ahorrar. Por el contrario, otros pueden ahorrar demasiado y ser reacios a invertir.

“Debemos tener especial cuidado al observar movimientos extraños alrededor o incluso en nuestro interior que puedan indicar la presencia de este síndrome para buscar ayuda lo antes posible. En este caso, el mayor error es creer que está controlado porque actúa como una droga”.
La buena noticia para quienes sufren dificultades financieras es que todavía existe la posibilidad de ponerles fin. Requiere mucho trabajo y utilizar una variedad de técnicas te obligará a crear una nueva perspectiva sobre el dinero y cómo administrarlo.

Uno de los primeros pasos que debe dar para recuperarse de un daño financiero es admitir que tiene un problema, lo que significa evitarlo. Para solucionar un problema es sumamente importante analizarlo, por eso es muy importante revisar tus cuentas. Sólo entonces sabrá cuál es realmente su situación financiera y podrá tomar medidas para abordarla. guiarlo por un camino mejor. “No debes sentir lástima de ti mismo ni castigarte por lo sucedido, sino tomar las medidas necesarias para evitar que vuelva a suceder”, En segundo lugar, establecer objetivos claros le ayudará a administrar su dinero. Al saber adónde quiere ir, puede determinar el camino que desea tomar para llegar allí, evitando así movimientos financieros aleatorios que son perjudiciales para su economía.

“Deben dejar de utilizar las herramientas que les han llevado hasta este punto, como las aplicaciones de compras móviles, las tarjetas de crédito, etc., para recuperar la autoestima y la competencia”, aconseja el entrenador. Asimismo, establecer rutinas diarias y crear hábitos de ahorro te ayudará a mantenerte seguro y evitar gastos inesperados. Para ello, puedes crear un presupuesto en el que especifiques cuánto salario gastarás en cada tarea. Después de hacer esto, necesitarás hacerlo durante al menos un mes para desarrollar el hábito. Sin embargo, debes recordar fijarte metas alcanzables, de lo contrario puedes aumentar tu ansiedad en lugar de reducirla. Pero no sólo debes pedirte que funcione, sino también permitirte recompensarte.

Registra tu progreso y de vez en cuando, cuando te encuentres haciéndolo de forma natural y sin sentirte forzado, podrás premiarte con algo que te ayude a seguir motivándote para lograr el objetivo. Muchos problemas financieros surgen de la falta de conocimiento sobre ellos, por lo que si cree que está administrando mal su dinero, debe aprender todo lo que pueda al respecto. “Tienen que confiar en expertos.. Dejen de utilizar todas las herramientas que los llevaron a este punto»,