La siembra de nubes marinas es una técnica que busca modificar las propiedades de las nubes sobre los océanos para aumentar su capacidad de reflejar la luz solar y reducir la cantidad de energía que llega a la superficie terrestre.

En la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos del calentamiento global, la ciencia está explorando muchas estrategias diferentes. El cambio climático es una amenaza urgente que requiere soluciones innovadoras, y una técnica que ha atraído la atención de los científicos es la siembra de nubes marinas, también conocida como iluminación de nubes marinas o MCB.

Esta estrategia de geoingeniería tiene como objetivo iluminar las nubes para reflejar una pequeña porción de la luz solar de regreso al espacio, combatiendo así el calentamiento global causado por el hombre. Junto con la inyección de aerosoles estratosféricos (SAI), es uno de los dos métodos de gestión de la radiación solar más prometedores para hacer frente a la actual crisis climática.

La siembra de nubes marinas podría ayudar a frenar el cambio climático basándose en los efectos del albedo. El albedo es una medida de la capacidad de una superficie para reflejar la luz solar. Las nubes, especialmente las blancas y espesas, tienen un albedo alto, lo que significa que reflejan mucha luz solar hacia el espacio. El aumento de la reflectividad de las nubes marinas reduce la cantidad de energía solar absorbida por los océanos y la atmósfera, lo que en teoría podría ayudar a enfriar el planeta.

Para lograr este efecto, se añaden aerosoles de agua salada a las regiones de la atmósfera donde se forman nubes bajas. Estas partículas actúan como núcleos de condensación alrededor de los cuales se forman gotas de agua más pequeñas y en mayor cantidad. Al aumentar la densidad de las gotas de agua, las propiedades microfísicas de la nube cambian, volviéndola más blanca y reflectante (alto albedo).

Si bien el blanqueamiento de las nubes marinas puede tener un impacto positivo en el cambio climático, todavía existen desafíos y riesgos técnicos involucrados. Aunque se espera que el efecto de enfriamiento sea rápido y reversible en el corto plazo, persisten barreras para una implementación generalizada. Además, cambiar sistemas climáticos complejos conlleva riesgos desconocidos. Combinado con otras medidas, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, esto puede ayudar a proteger nuestro planeta.

La siembra de nubes marinas se encuentra actualmente en las primeras etapas de investigación. Se han realizado varios estudios piloto pequeños, pero se necesitan estudios más amplios y a largo plazo para evaluar la eficacia y los riesgos potenciales de este enfoque.

En uno de los últimos estudios publicados en la revista Science Advances, un equipo de 31 científicos del clima desarrolló un plan de investigación para evaluar si las propuestas de siembra de nubes marinas son factibles o no. El plan surge en un momento en que crece el interés en la CBM porque los formuladores de políticas carecen de la información necesaria para saber cuándo y si implementarla.
Graham Feingold, investigador asociado del Laboratorio de Ciencias Químicas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y autor principal, preguntó si sería posible desarrollar un programa de investigación utilizando estas tecnologías modernas para determinar la viabilidad de este método a nivel mundial.

Si esto no es factible, intentamos identificar las acciones necesarias para lograr este objetivo.