El Estado registró la cifra más alta de solicitudes de protección internacional de su historia en 2023 con un total de 163.220.

En 2023, el Estado español aprobó el 12% de las solicitudes de protección internacional, muy por debajo de la media europea del 42%. Así lo anunció el Comité Español para los Refugiados (CEAR) en su XII informe anual. Estos datos cubren un año en el que aumentó el número de personas que buscaron refugio de conflicto, la represión o la violencia.

Hay un total de 110 millones de ellos, alrededor de 1,6 millones más que en 2022. El informe muestra que en 2023, España registró el mayor número de solicitudes de protección internacional de la historia: 163.220, un aumento del 37,3% respecto a 2022. Este es el tercer país que recibe una declaración de protección internacional de hogares en la Unión Europea.

Siete de cada diez personas que buscan protección en España proceden de América Latina: los principales países de origen son Venezuela y Colombia, seguidos de Perú, Honduras, Cuba, Marruecos, Nicaragua, Senegal, Rusia y El Salvador. La tasa de reconocimiento de protección internacional de España cae hasta el 12% en 2023, 4 puntos menos que el año anterior, lo que sitúa a España en el último lugar de la Unión Europea y muy por debajo de la media europea que es del 42%.

Cuatro de cada diez solicitudes fueron rechazadas. Se resolvieron un total de 88.042 casos en múltiples tipos de seguridad, un ligero aumento con respecto a 2022, lo que refuerza la tendencia de aumentar las resoluciones desde 2019. Sin embargo, el número de solicitudes pendientes de aprobación aumentó un 56% respecto al año anterior, con 191.095 personas esperando una decisión que impactará en sus vidas.


A mediados de 2023, el 87% de los refugiados proceden de 10 países: Siria, Afganistán, Ucrania, Venezuela, Sudán del Sur, Birmania, Sudán, República Democrática del Congo, Somalia y República Centroafricana. El informe de CEAR destaca: En comparación con 2022, «el número de refugiados de Afganistán y Ucrania ha aumentado significativamente».

La mayoría de las personas desplazadas tienden a buscar refugio en los países vecinos, y el 75% se encuentra en los países más pobres. De los cinco principales países receptores, sólo uno es europeo: Irán, Türkiye, Alemania, Colombia, Pakistán y Uganda. Irán está en la lista por primera vez porque, junto con Pakistán, alberga al 90% de quienes huyen del régimen talibán en Afganistán.

Al menos 292.985 inmigrantes entran ilegalmente en la UE en 2023, un aumento del 54,5% respecto al año anterior. El 91% viaja por mar, siendo los principales destinos Italia, España y Grecia. Las rutas del Mediterráneo y del Atlántico volvieron a ser las más peligrosas del mundo, con más de 4.000 personas muertas o desaparecidas, la cifra más alta desde 2017. La ruta más peligrosa volvió a ser el Mediterráneo central, con el 60% de las muertes. Un total de 1.129.800 personas solicitaron protección internacional en la Unión Europea, un aumento del 17% en comparación con 2022.

Una vez más, los principales países receptores fueron Alemania, Francia, España e Italia, que representaron 2/3 del número total de solicitudes. Los principales países de origen son Siria, Afganistán, Türkiye, Venezuela y Colombia. Además, en 2023, el número de solicitudes de asilo presentadas por niños y niñas no emparentados aumentó hasta un total de 41.495. Según CEAR, el Tratado Europeo sobre Migración y Asilo, que estará finalizado en 2024, “plantea graves riesgos de protección, profundiza los enfoques más allá de las fronteras y amenaza el respeto de los derechos de los migrantes y refugiados”. La ONG afirmó que el tratado «tiene como objetivo impedir que las personas lleguen por cualquier medio y deportarlas lo más rápido posible». Además, «esto no implica necesariamente ampliar los medios legales y seguros para acceder a protección», criticó CEAR. «Obliga a miles de personas a arriesgar sus vidas cada año», añadió. La organización cree que la fase de implementación en España durante los próximos dos años es “necesaria para garantizar la máxima protección y bienestar a quienes necesitan asilo”.

Movilidad respetuosa con el medio ambiente
La crisis climática también provocó cifras similares de desplazamiento interno debido a conflictos y violencia en 2023, con 26,4 millones de personas obligadas a huir por razones ambientales. Estos factores aumentan aún más la vulnerabilidad de los refugiados y desplazados, quienes en el 76% de los casos residen en los países más expuestos a los impactos negativos del cambio climático.

Muchas personas desplazadas por conflictos, violencia o abusos de derechos humanos durante sus viajes migratorios también están expuestas a sequías, inundaciones, temperaturas extremas o desastres naturales como el terremoto que azotó Marruecos en septiembre y las inundaciones en Libia ese mismo mes.

El informe advierte que en países como la República Democrática del Congo y Colombia, la minería y la degradación ambiental han provocado un aumento de la violencia y han obligado a miles de personas a huir. CEAR ve algunos avances en el reconocimiento internacional del desplazamiento ambiental desde una perspectiva de justicia climática.

Sin embargo, la organización admite que persisten problemas fundamentales, como «la falta de consenso sobre la terminología y la falta de protección jurídica para quienes exigen una respuesta de emergencia global».