En medio de la crisis migratoria provocada por la saturación del sistema de acogida en Canarias, que protege actualmente a 5.200 menores inmigrantes no acompañados (casi el doble), el viceconsejero de Seguridad Social del archipiélago, Francisco Candil, habló sobre la emergencia, que creen que se intensificará en las próximas semanas.

En una conversación telefónica, Qandeel expresó su «preocupación» por el Gobierno del que forma parte, por las previsiones de que pueda ser además responsable de recibir a otros 7.000 menores que puedan llegar desde ahora hasta septiembre.

A pocos días de la reunión del ejecutivo de Canarias con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la viceministra pidió al Estado que destine más fondos para reforzar la red de acogida, que a su juicio está agotada. ¿Cómo están afrontando Canarias la última crisis migratoria?

La semana pasada vimos que los cayucos comenzaron a llegar diariamente. En lo que va de agosto se han registrado 1.186 llegadas y unos 140 menores migrantes.

A principios de verano se anunció que las islas albergarían a 6.000 menores no acompañados. ¿Sabemos cuántos de ellos fueron identificados posteriormente como adultos? La situación mejoró notablemente en cuanto a espera, ya que hubo muchos días sin recibos, lo que permitió avanzar en la preparación de las pruebas.

¿Existe algún precedente de esta situación? Nuestro punto de referencia directo fue el pasado mes de agosto, cuando asistimos varias veces a visitas similares. Teniendo en cuenta que no hay información que permita creer que la situación en la costa africana haya cambiado, esperamos que esta cifra sea muy significativa en los próximos meses.

El Estado nos ha advertido que este año podrían llegar hasta 7.000 menores, pero nadie nos ha dado ningún dato que nos haga creer lo contrario. Además, las primeras organizaciones comunitarias que operan en la costa africana nos dicen que miles de personas están tratando de escapar de Mauritania o Senegal en kayak.


¿Qué opinan de esta técnica? Con mucha preocupación, porque obviamente había una expectativa de que avanzaríamos en cambios legislativos de tal manera que los recursos pudieran estar más libremente disponibles para hacer frente a este número.

Sin embargo, lo cierto es que el número de menores ha disminuido muy poco. Al final recibimos a 5.200 personas, y si hubiera llegado el número esperado seguramente nos habríamos visto en un verdadero caos a la hora de reclutarlos.

¿Fue por esta previsión que se levantó la carpa de acogida en Lanzarote? Sí, esto nos hizo pensar en montar una tienda de campaña en algunos lugares.

Estamos listos para lanzar. Esto cada vez es más caro y es así como las organizaciones nos los envían para buscar la instalación adecuada y el número necesario de profesionales con el perfil adecuado para atender a estos menores. ¿Hay planes de abrir algunos más?

Las autoridades portuarias han solicitado la apertura de instalaciones en La Estaca (El Hierro) y Los Cristianos (Tenerife). Se ha solicitado autorización, pero el problema sigue sin resolverse.

Sin embargo, la fiscalía se opuso a colocar a menores inmigrantes no acompañados en estas tiendas. A nosotros tampoco nos gustan. Ni siquiera me gusta la idea de que los menores sean separados de sus familias. Pero en cuanto nos topamos con esta situación, quiero saber que el Estado ha respondido adecuadamente y que Canarias no se ha quedado abandonada ante la mayor crisis migratoria de la historia.

Debemos dejar claro que estamos ante una situación de emergencia. Sólo en Canarias hemos abierto 50 nuevos centros desde septiembre del año pasado. Hay aproximadamente 7.000 niños bajo nuestro cuidado. Ninguna comunidad autónoma se encuentra en una situación así. Estamos tratando de resolver una situación lamentable que está agotando los recursos para la niñez y no estamos recibiendo respuesta del gobierno que nos ayude a encontrar mejores soluciones y alternativas a la situación de saturación que estamos viviendo en los albergues.

La reforma migratoria que habría requerido el reasentamiento de menores inmigrantes en todo el país fue rechazada a principios de este verano. ¿Considera que esto es una oportunidad perdida para avanzar en esta dirección? Espero que no sea una oportunidad perdida, ya que todavía estoy esperando que se reforme esta ley y que por fin se encuentre una solución para aquellos territorios españoles que se puedan encontrar en esta situación.

Realmente creo que las cosas empiezan a ir mal cuando se politiza demasiado. Estamos hablando de una crisis humanitaria. La financiación asignada a los niños ha superado el límite.

Y en este sentido queremos una gobernanza en la que el Estado no deje a su suerte a una comunidad como Canarias y no se involucre en debates políticos sesgados que no resuelvan el problema.

¿Espera que se vuelva a aprobar una enmienda similar?

Espero que esto no sea un «no» definitivo a los cambios legislativos, en los que, además del espíritu de solidaridad, queremos ver la responsabilidad común del Estado y de todos sus territorios.

Ya sé que el PP no apoya las modificaciones. Es cierto que se propuso considerar esta enmienda para continuar la discusión sobre el tema. En última instancia, cuando a esa situación humanitaria se le mezclan connotaciones políticas, las cosas salen mal.

O lo abordamos desde una perspectiva diferente o nos quedamos estancados. Por encima de todo hay que poner el bien mayor de nuestros pequeños, algo de lo que la ley y todos los acuerdos internacionales hablan mucho.

Entonces todos podemos plantear reservas políticas o descalificaciones, pero tenemos que plantear el tema de la crisis humanitaria que estamos viviendo.

¿Cree que el presidente Pedro Sánchez viajará la próxima semana a Mauritania, Senegal y Gambia para incrementar la cooperación en materia migratoria? Creo que es maravilloso.

Creo que hay que actuar en el origen y dentro de la propia Unión Europea. Necesitamos ayudar a estos países a desarrollar políticas cooperativas que promuevan un desarrollo económico real y ayuden a garantizar que las personas no se vean obligadas a migrar. Sin embargo, creo que además de ir a África debería dedicar un tiempo a reunirse con el presidente de Canarias para tratar la situación y qué acciones tiene previsto el gobierno para paliar lo que está pasando en Canarias. Finalmente lo harán el próximo viernes.

Esperamos que este encuentro ayude, por un lado, al presidente Sánchez a comprender de forma más clara y realista la situación que afronta Canarias en relación con la crisis migratoria y el estado de alarma. Por otro lado, se discutirán algunas soluciones propuestas por el presidente [Fernando] Clavijo. El cambio en la ley de inmigración, en particular, permitió la redistribución de los inmigrantes menores de edad de las Islas Canarias al resto del Estado español. Creo que se abren nuevas oportunidades y esperamos que esta noticia sea positiva tanto para los canarios como para los menores inmigrantes, que actualmente no tienen garantizada la mejor atención del mundo.

¿Por qué cree que esta reforma legislativa es posible ahora? Quizás el tiempo esté haciendo que algunas mentes reflexionen y se den cuenta de que la situación que se vive aquí, además de cuestiones políticas, también concierne a la mejor atención posible a los niños y niñas que tenemos en los centros donde tenemos mejores condiciones.

No se puede garantizar la atención. Dado el número de menores extranjeros y de menores tutelados en general, nuestro sistema está claramente roto y desactualizado.

Pongamos un ejemplo: si contamos los 5.200 menores extranjeros ingresados ​​y los sumamos a los 1.800 menores nacionales acogidos, sólo Canarias cuenta con más de 7.000 niños y adolescentes jóvenes atendidos. Este es un número terrible para cualquier sistema de seguridad.