Ninguna de las 24 estaciones supera los 30 μg/m3 de dióxido de nitrógeno, 10 puntos por debajo de la normativa.

Desde que se alcanzaron estos récords (2010), Madrid ha seguido batiendo récords en calidad del aire. Después de alcanzar su mejor mes histórico, en el que ninguna de las 24 estaciones superó el valor límite anual (ALV) de dióxido de nitrógeno (NO2), fijado en 40 µg/m3, ninguna estación superó en mayo los 30 µg/m3. “Madrid presenta los mejores datos de calidad del aire de su historia.

Se trata de un hito muy importante porque en 2019 la concentración en el aire superó los 30 µg/m3 en 19 estaciones”, afirmó Borja Carabante, portavoz del Departamento de Urbanismo, Medio Ambiente y Transportes. durante una visita a la estación medidora Escuelas Aguirre, ubicada entre las calles Alcalá y O’Donnell y una de las estaciones con mayores niveles de contaminación – 28 µg/m3. Carabante recuerda que “la capital cumplió con los estándares europeos en 2022 y 2023 gracias a la adaptación de los madrileños a las actuaciones que el Ayuntamiento de Madrid ha tomado desde 2019 en el marco de la Estrategia Desarrollo Sostenible Madrid 360”.

El delegado ha explicado que los datos son fruto del «esfuerzo de todos los madrileños y permiten a la ciudad mejorar mes a mes sus datos de calidad del aire». Los datos proporcionados por el Ayuntamiento muestran que en comparación con 2023, cuando las estaciones registraron mejores datos que 2022, las concentraciones de dióxido de nitrógeno han disminuido. En lo que va del año pasado se han superado los 30 µg/m3 en seis estaciones: Colegio Aguirre (32 µg/m3), Villaverde (37 µg/m3), Barajas (32 µg/m3), Plaza del Carmen (35 µg/m3) , Urbanización Embahada (32 µg/m3) y Plaza Eliptica (37 µg/m3). En 2019, cuando entró en vigor Madrid Central, aunque solo afectaba a la región Centro, el límite anual de 40 µg/m3 fijado en la directiva europea se superó en 11 estaciones: Plaza de España (47 µg/m3); campo Aguirre (60 µg/m3); Ramón y Cajal (42 µg/m3); Villaverde (46 µg/m3); moratalasa (41 µg/m3); Cuatro vías (43 µg/m3); Superficie cilíndrica (41 µg/m3); Plaza de Castilla (41 µg/m3); Ensanche de Vallecas (42 µg/m3); Urbanización Embajada (45 µg/m3) y Plaza Elíptica (62 µg/m3).

En mayo de este año ya no se superaron niveles superiores a 30 µg/m3 en 8 estaciones: Arturo Soria (39 µg/m3); Linterna (38 µg/m3); Barajas (36 µg/m3); Plaza del Carmen (37 µg/m3); Vallecas (40 µg/m3); Méndez Álvaro (38 µg/m3); Castellana (38 µg/m3) y Sancinarro (36 µg/m3). En Casa Arabe se encuentra la estación de medición de Escuelas Aguirre, situada entre las calles Alcalá y O’Donnell, muy cerca de El Retiro. Este fue uno de los primeros aparatos instalados en la ciudad (1980) y analizó el mayor número de contaminantes, registrando hasta 9 muestras: dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), partículas en suspensión PM10 y PM2,5, ozono (O3), benceno-tolueno-xileno (BTX), metales pesados ​​y benzo[a]pireno (B[a]P). El pequeño edificio alberga ordenadores de medición que muestran los niveles de contaminación en tiempo real.

El ruido constante de los electrodomésticos y dos aires acondicionados ayudan a refrescar este espacio, que recibe luz solar durante el día. Además de los nueve medidores mencionados, esta estación también cuenta con una estación de sonido para medir los niveles de ruido en la zona.

Desde 2010, fecha de entrada en vigor de la directiva europea, hasta 2019, la sede no cumplió con la normativa vigente, registrando el mayor valor de NO2 durante 4 años consecutivos: del 2015 al 2018, alcanzando la media anual 62 µg/m3. Madrid no ha implementado la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, sobre la calidad del aire ambiente y un aire más limpio en Europa de 2010 a 2021 en lo que respecta al umbral de dióxido de nitrógeno.

Durante la última década, el peor año para la calidad del aire fue 2017, cuando 15 de las 24 estaciones de monitoreo de la calidad del aire de la ciudad excedieron los límites permitidos. En 2018, el último año de informe tenido en cuenta en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el número superó los siete.