El 64% de los jóvenes tiene intención de votar en las próximas elecciones europeas.
La protección de nuestra democracia es uno de los principales temas de debate antes de las elecciones europeas, que tendrán lugar del 6 al 9 de junio.
En 2024 votarán personas de más de 50 países, que representan más de la mitad de la población mundial. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a un “retroceso democrático” global y, en algunos casos, a un giro real hacia el autoritarismo. Por lo tanto, debemos prestar atención tanto a las causas de estos cambios, incluida la desinformación, como a las posibles soluciones: entre ellas: normas estrictas del Estado de derecho, educación cívica y alfabetización mediática.
En contraste con estas tendencias negativas, hay un área importante de optimismo: el compromiso cívico de los jóvenes es motivo de esperanza. En las elecciones europeas de 2019, la participación electoral fue la más alta en 25 años: 50,7%. En aquel momento, poco se habló sobre el papel de la juventud en el aumento de la participación electoral. La proporción de votantes de hasta 25 años aumentó en 16 puntos porcentuales y la proporción de votantes jóvenes de entre 25 y 39 años aumentó en 14 puntos porcentuales. Esto demuestra que la influencia de la juventud es enorme. Su mensaje es claro: ¡el futuro de Europa es importante para nosotros!
Con las próximas elecciones, hay motivos para creer que esta tendencia podría continuar. El Eurobarómetro sobre Juventud y Democracia, realizado el 13 de mayo, preguntó a 26.000 personas de entre 15 y 30 años de toda la UE sobre sus opiniones sobre la democracia, la política y cómo pueden influir en la sociedad.
Una cifra asombrosa: el 64% de los jóvenes tiene intención de votar en las próximas elecciones europeas. Se sabe que intenciones y acciones son dos cosas diferentes, pero si consideramos las tendencias de 2019, podemos estar seguros de que los jóvenes votarán. ¿Porque? En primer lugar, porque dos tercios de los encuestados creen que la UE afecta a su vida diaria. Ya sea el mercado único, la libertad de circulación, los derechos de los consumidores, las normas alimentarias o los controles medioambientales… Entienden claramente el valor que les aporta la UE.
Las principales preocupaciones de los jóvenes también confirman su apego a los valores fundamentales de la UE. Cuando se les preguntó qué esperan de la UE, sus tres principales prioridades son mantener la paz (37%), luchar contra la pobreza (34%) y promover los derechos humanos (30%). Además, el interés en votar también podría aumentar si nos damos cuenta de que las elecciones decidirán cómo la UE aborda algunas de las cuestiones que más importan a nuestros jóvenes: la guerra de agresión de Rusia en Ucrania y la situación en Oriente Medio. el cambio climático o los desafíos a nuestro modo de vida democrático.
En 2019, los jóvenes marcaron las prioridades de la Unión Europea. Del 6 al 9 de junio tendrás nuevamente esta oportunidad. Pero sólo si demuestran con sus votos que tenemos derecho a confiar en los compromisos de Europa con la próxima generación.