Existe una gran variedad de alimentos con alta concentración en betacarotenos que promueven la producción de melanina. Este pigmento que da color a la piel puede ayudarnos a lucir un bronceado impecable, y a mantenerlo en el tiempo.

La clave para conseguir el bronceado perfecto es una dieta equilibrada, variada y saludable, como es la dieta mediterránea, rica en compuestos antiinflamatorios y antioxidantes. Hoy en día, la mayoría de españoles cree que para conseguir un bronceado perfecto es necesario comer muchas zanahorias y tomates. ¿En qué se basa esta creencia popular?

Para saber si esta afirmación tiene base científica y si existe algún producto específicamente indicado para acelerar el bronceado, nos apresuramos a entrevistar a la doctora Rosa Casas, directora de laboratorios del Grupo de Riesgo Cardiovascular. Nutrición y envejecimiento con IDIABAPS-Clinique de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ).

Además de la zanahoria y el tomate, dos alimentos que pueden broncear más rápido si comemos lo suficiente, «hay muchos alimentos ricos en betacaroteno que favorecen la producción de melanina», comenzó explicando.
Pero ¿qué es el betacaroteno? «Es el pigmento que da color a la piel» y puede contribuir al bronceado de la piel. Sin embargo, cabe destacar que no olvidemos una protección solar adecuada. “Si no hacemos esto, aceleraremos el proceso de oscurecimiento y envejecimiento de la piel debido a la sobreexposición al sol”.

El betacaroteno es un pigmento coloreado llamado carotenoide, que se convierte en vitamina A a su paso por el hígado y se encuentra naturalmente en muchas frutas y verduras. “Este pigmento es un excelente antioxidante que nos permite neutralizar y eliminar los radicales libres que produce el organismo bajo la influencia de la luz solar, el tabaco, la contaminación y otros factores”.

La forma más sencilla de identificar el betacaroteno en los alimentos es comprobar su color. Nuestro objetivo serán las frutas y verduras verdes, amarillas, naranjas o rojas si queremos broncearnos más rápido.

Aunque se trata de dos productos muy recomendables, sobre todo en verano, no son los únicos. Otros alimentos a considerar incluyen calabazas, albaricoques, melocotones, ciruelas, sandía, mango, níspero, frambuesas, fresas, y arándanos.

En cuanto a las verduras de hoja verde, las dominantes son: las espinacas, la lechuga, las judías verdes y las acelgas, conviene consumir alimentos ricos en vitaminas B, C y E, resveratrol, ácidos grasos saludables y agua. Estos alimentos, junto con la vitamina A y el betacaroteno, ayudan a preparar nuestra piel para la exposición solar.

Anteriormente hablamos de la vitamina A y los betacarotenos. ¿Qué pasa con los nutrientes restantes? ¿Por qué los necesitamos para mejorar la apariencia (y el color) de nuestra piel?, el papel de otros nutrientes esenciales.

Los alimentos que contienen vitamina B “son esenciales para proteger el colágeno natural del cuerpo así como para mantener la elasticidad de la piel. Los alimentos donde podemos encontrar estas vitaminas son especialmente los productos integrales como el pan, la pasta y el arroz. La vitamina C es necesaria para mantener la elasticidad de la piel y prevenir su envejecimiento.

Por el contrario, la vitamina E tiene una excelente capacidad para neutralizar los radicales libres y así protege nuestra piel contra el proceso de envejecimiento que se acelera con la exposición al sol. La vitamina C se puede encontrar en productos como los cítricos (naranjas, limones), pimientos rojos, kiwis y fresas, así como en el brócoli, las espinacas, la col rizada.

La vitamina E también se encuentra en los aguacates, el aceite de oliva virgen extra y las espinacas. El resveratrol es un poderoso antioxidante que se encuentra en alimentos como las uvas y el vino y tiene la capacidad de retardar el envejecimiento prematuro. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, combate activamente las arrugas y la flacidez de la piel, los principales síntomas del envejecimiento.