El 29,4% de todos los procedimientos de fecundación in vitro que se realizan en España se realizan mediante ovodonación, Son datos del “Informe estadístico de técnicas de reproducción asistida 2019” elaborado por el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), se toma como base el año porque entonces la clínica, antes de la aparición del Covid, estaba plenamente Operacional.

Los datos muestran una demanda creciente (más mujeres dan a luz después de los 40 años) y también arrojan luz sobre la otra cara de este fenómeno: la mayoría de las donantes son jóvenes de entre 18 y 22 años, que necesitan ayuda debido a la inestable situación económica.

En España, la retribución por la donación de óvulos oscila entre los 1.100 y los 1.300 euros. Este proceso también es tradicionalmente tabú: ¿es una donación si hablamos de una transacción económica? El caso es que España es el país de Europa con mayor número de donaciones de óvulos y es uno de los primeros del mundo. ¿Porque? La Ley de Reproducción Asistida prevé una forma de donación que, además de pagar al donante una suma de dinero (una de las más altas de la UE), también garantiza el anonimato del donante. En la mayoría de los países, el anonimato es inexistente y la compensación económica es mucho menor. Además, la normativa española (“una de las más completas del mundo, como la regulación del aborto”, señalaron los investigadores entrevistados) no fija un límite de edad para acceder a tecnologías de reproducción asistida y permite el acceso a mujeres solteras y parejas.

Por ejemplo, en países como Francia, hasta hace dos años, la tecnología de reproducción asistida no estaba al alcance de personas mayores de 43 años, mujeres solteras o parejas de lesbianas. Por tanto, la legislación española facilita la donación de óvulos, aunque este no es el único factor que influye en la donación de óvulos. También hay un contexto social. “La edad de las mujeres que desean quedar embarazadas ha aumentado significativamente y cuando llegan a la vejez, la única alternativa es la donación de óvulos”, afirma Ventura Coroleu, consultor de Dexeus Soon Servicios de Salud Reproductiva.

La fertilización in vitro implica combinar el óvulo de una mujer y el espermatozoide de un hombre en condiciones de laboratorio. En el caso de la donación de óvulos, el óvulo procede de una mujer distinta de la madre subrogada. El esperma se puede obtener del padre biológico o de un donante de esperma. En Dexeus Soon, el número de cirugías con óvulos donados ha aumentado durante la última década. “Esto lo vimos en el registro de nuestra clínica de fertilidad”, confirma Korolev.

En este tipo de clínicas las donaciones se hacen a mujeres de 35 años o menos y, como explica Dexeus, la donante recibe una «compensación económica» por las «incomodidades» causadas por el tratamiento: pinchar el folículo, examinarlo, acudir a la clínica.

Como explica la ginecóloga Carla Castell, jefa del departamento de fertilidad de la clínica femenina, cada vez más mujeres de entre 40 y 45 años buscan su primer hijo. “Estas mujeres tienen que donar porque les resulta difícil quedar embarazadas con sus propios óvulos. Y esta tendencia va en aumento, enfatizó. La realidad social (la maternidad es cada vez más tardía, no sólo por la entrada de las mujeres en el mundo laboral sino también por la inestabilidad social que retrasa la edad de emancipación de las personas).

España (y especialmente Barcelona por su proximidad a Europa) se ha convertido en un «hub de pacientes» para otros países (principalmente Francia) que solicitan tecnología de reproducción asistida mediante la donación de óvulos.